Es el maravilloso escenario de la dehesa cacereña, un rincón de la Sierra del Pedroso, una orografía accidentada, que conserva un reducto cinegético y un santuario de aves, dentro de la geografía de los Riberos del Tajo. El restaurante, El Palancar, se levanta junto al monasterio medieval del palancar, un entorno rural para disfrutar de la naturaleza y la mejor gastronomía de la dehesa. El comedor del restaurante se secciona por una inmensa cristalera, que convierte al salón en un fantástico mirador que se abre al horizonte de la dehesa. La cocina del Palancar, es típicamente extremeña, donde se despiertan todos los productos y los sabores de la tierra, del ibérico, los secretos del bosque y los aires de la dehesa.