Es el mismo paisaje a ambos lados de la Raya, de la línea imaginaria que separa España de Portugal, el mismo cauce compartido de las aguas del río Guadiana y la misma historia de ida y vuelta bajo los reinados de ambos países. Un trasiego de culturas, de estilos arquitectónicos, de usos y costumbres y de un marcado sabor gastronómico que se deja sentir en el vivir diario de los pueblos Rayanos. La comarca de Olivenza es una gran llanura alomada que se extiende desde el valle del Guadiana hasta la serranía de Jerez de los Caballeros. Un extenso territorio de llanos cerealistas y campos adehesado que forman parte de la gran mancha de bosque mediterráneo del suroeste extremeño.
Es una tierra de conquistas y reconquistas, de Órdenes Militares y encomiendas, de mil batallas que han dado a esta geografía un patrimonio defensivo, que se hace eco en las fortificaciones que recorren la comarca y en el propio castillo de Alconchel, una historia que también vive latente en la ciudad de Olivenza.
Quizás sea el río el que marque los aires de la comarca, y el que llena de vida al gran embalse de Alqueva, un pequeño pero gran mar interior, el mayor lago de Europa con más de 1.200 kilómetros de costa interior que ha generado un ecosistema donde abunda una gran biodiversidad para los amantes de la observación de aves. Aguas tranquilas donde ha surgido un nuevo destino turístico de playas silenciosas, y deportes náuticos, actividades de agua y cielo donde destacan la Vela y los paseos en Kayak.
Un escenario de Naturaleza privilegiada donde despuntan, espacios para la especial protección de las aves, como el corredor Ecológico de río alcarrache, el complejo lagunar de la Albuera y las propias dehesas de Jerez, un decorado natural para disfrutar desde la red de Alojamientos Rurales, que también comparte los amantes de los espacios abiertos, con actividades de turismo donde destacan, el senderismo y rutas BBT, que se internan por el corazón de la dehesa.
Desde la fronteriza Villanueva del Fresno a la población de Alconchel, la carretera se pierde por un paisaje de encinas y alcornoques, es la dehesa, la gran despensa de una ancestral cocina de subsistencia. Un paisaje idílico y sereno donde se cría el Cerdo Ibérico, alma de la gastronomía y motor de una importante industria transformadora que ha despertado un turismo gastronómico con visitas guiadas, que se dan cita en la población de Barcarrota, de donde salen los mejores Jamones ibéricos, sinónimo de calidad y tradición.
La cultura del vino también se siente y se vive en ambos lado de la raya, son las geografías de la Ribera baja del Guadiana y la IG. Alentejana, un turismo del vino, que se reparte por un amplio racimo de bodegas productoras que ofrecen interesantes visitas guiadas, vinotecas, y una generosa oferta de experiencias dentro del marco del enoturismo.
Para el viajero que quiera adentrarse por la comarca de Olivenza se encontrara en su caminar con encantadores pueblos blancos donde la luz vive en sus calles, pueblos cargados de historia, pueblos que camina junto al río, pueblos fronterizos que comparte la vida y la cultura, desde, Mourao, Monsaraz, Cheles Alconchel, Villanueva del Fresno se abren rutas el lento caminar del río, la privilegiada naturaleza que les rodea y la generosa gastronomía que día a día ofrecen los restaurantes rayanos donde se abre una cocina con aires lusitanos. Todo un viaje de experiencias que se pierde en el horizonte del Alentejo Portugués.
By.González Borrallo
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