Es el gran escenario de la primavera, un corredor natural donde viven pequeños pueblos colgados de las laderas de la sierra y pueblos pegados a la ribera del río que da nombre al propio valle. El Valle del Jerte, es un maravilloso mundo alfombrado por millones de cerezos que alimentan las economías locales, y un creciente tráfico dentro del marco de la serenidad del turismo rural, y también dando y forma y sentido a una nueva cocina, ingeniosa y creativa que gira en torno a la Cereza Picota.
Este preciado fruto ha generado una nueva corriente culinaria que cuenta con unas Jornadas Gastronómicas de la Cereza Picota y eventos que cada año despiertan los fogones de los Restaurantes del valle, en un derroche de imaginación y creatividad, creando una cocina nueva que convive y se fusiona con las antiguas y tradicionales recetas de la comarca.
Son muchas las actividades gastronómicas que giran en torno a la Fiesta del Cerezo en Flor, la Feria de la Cereza y la Cerecera, que recoge, un abanico de actividades, concursos para agricultores y jornadas gastronómicas. Son los colores del otoño, los que despiertan, La Otoñada, un nuevo escenario, donde toda una gama de colores, que pasan del ocre al rojo y del amarillo al verde, dan un nuevo sentido a las cocinas del valle. También las, Jornadas Gastronómicas Pastoriles, la feria del Queso y el Cabrero, las, Matanzas Tradicionales y el Dulce Otoño eventos donde la cocina se reinventa y se alía en perfecta armonía con la cereza del Jerte.
Para el viajero que quiera adentrarse por los sabores de Rojo Burdeo de la Cereza Picota, se encontrara con un extenso recetario, delicias gastronómicas que los restaurantes de la comarca se afanan por elaborar. Una cocina donde nacen un desfile de ensaladas, platos tan frescos, como el Gazpacho de Cerezas y la típica Ensalada de invierno con Naranjas y Vinagreta de Cereza y un rico Salmorejo de Cerezas y manzana caramelizada. La cocina de la cereza picota es un encuentro entre el color y el sabor, entre la primavera y los frutos de la tierra, entre los bancales de cerezos y los caminos de la trashumancia, entre las aguas de las gargantas y los vientos de Tormantos.
La comarca del valle del Jerte, ofrece al viajero que quiera conocerla un marco incomparable en cualquier época del año, gracias a un microclima suave y atemperado, que nos invita a disfrutar de actividades de ocio y rutas de senderismo que se pierden por espesos bosques de castaños, un turismo de naturaleza, aprovechando las comodidades de la red de alojamientos rurales, que decoran el valle del Jerte. Nuevas formas de conocer y experiencias que se aferran al agroturismo dentro de las bondades de la vida rural.
La gastronomía del Valle del Jerte se afana por ofrecer un amplio y cada vez más variado recetario Gastronómicas, la creatividad de los restaurantes y nuevos cocineros los que engrandecen la cocina del valle, una larga lista de platos y nuevas recetas que dan forma a un abanico de gastros experiencias, que se alían en perfecta armonía con los sabores de la trashumancia.
Junto a la naturaleza del Valle, se abre la monumentalidad de la ciudad de Plasencia, un conjunto, histórico artístico, que junto con su actividad comercial, centro y capital del norte extremeño, se ofrece como un interesante, destino turístico, que nos permite adentrarnos por los sabores únicos y privilegiados de la gastronomía del jerte, tiendas gourmet que se abren a un abanico de productos de la picota, licores de cerezas, Bombones, mermeladas
Los sabores de la Picota, es un maravilloso escenario de la naturaleza, un entramado de pueblos serranos y una cocina que camina con el andar de los pastores, con los sabores de la tierra y el rojo de la cereza Picota.
By. González Borrallo.
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